domingo, 16 de abril de 2017

Ante el desafío de Trump, Peña no está a la altura: José Mujica

16 abril 2017 | Rafael Croda | Proceso
José Mujica afirma que México se distanció de América Latina por la proximidad absorbente de Estados Unidos y ahora está pagando el precio de depender básicamente de un solo mercado. Además, frente a los desafíos de Washington, Peña Nieto “podría haber hecho más en términos de firmeza”, señala el exmandatario uruguayo. Para él, ya es hora de revertir esa situación y propone que la diplomacia mexicana recorra el continente en busca de un modo de unirse con sus vecinos del sur.
CALI, COLOMBIA (APRO).- —¿Entonces quiere que hablemos del muro de Trump?, pregunta el ex presidente de Uruguay, José Mujica.

—Sí, entre otros temas…

—El muro —dice y se reclina en el sillón—: El Muro de Berlín es una zanjita frente a la bestialidad que quiere construir Trump en la frontera con México…

Con el lenguaje sencillo, sin estridencias, el "senador” Mujica, como le gusta que lo llamen, suelta frases sin desperdicio: Que el presidente Enrique Peña Nieto "podría haber hecho más en términos de firmeza ante los desafíos que Trump plantea a México”; que este país está "pagando sin restricciones” el costo de acercarse demasiado a Estados Unidos y creer que el libre comercio es una panacea; que al gobierno mexicano le corresponde lanzar alguna iniciativa entre los países latinoamericanos para fijar una posición común ante Trump….

Es el jueves 30 de marzo y Mujica recibe al enviado de Proceso en la habitación de su hotel en Cali, Colombia, ciudad a la que acudió para ser, junto con el ex presidente español Felipe González, garante internacional de la implementación de los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). 

De hecho, la paz en Colombia le parece un asunto fundamental para Latinoamérica, pues eso significa poner fin al conflicto armado interno más antiguo y perturbador de la región. 

—Yo soy un hombre de izquierda —dice— y el presidente de Colombia (Juan Manuel Santos) no se puede catalogar como un presidente de izquierda. Sin embargo, he tratado de hacer todo lo posible en favor de la paz y de ayudarlo en todo lo que he podido, con humildad. ¿Por qué? Porque la paz no es de izquierda ni de derecha. Es paz. 

EL MURO

Durante la entrevista, Mujica recuerda que el año pasado fue a Tijuana y que unos mexicanos le dijeron: "Nosotros le hacemos el muro y le pagamos el muro (a Trump), pero en la frontera vieja”, en referencia a la que había antes de que despojaran a México de más de la mitad del territorio.

—Pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo quiere construir en la nueva frontera —le comenta el reportero. 

—Es triste —afirma Mujica—. Si Estados Unidos tuviera una visión abierta, intentaría jugar su porvenir con nosotros y empezaría a trabajar estratégicamente para ser una nación bilingüe y aceptar la proximidad con América Latina. Si quisiera detener a los inmigrantes, tendría que dar esa batalla. Porque nadie migra porque le gusta. Se migra por necesidad, porque se tiene que pelear por la vida. Entonces el problema no es hacer un muro, el problema es ayudar a superar la pobreza que hay en América Latina. 

Es entonces cuando comenta su parecer: que el presidente Peña Nieto "podría haber hecho más en términos de firmeza” frente a los desafíos que ha planteado Trump a México: El muro, su política antiinmigrantes y su intención de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte o de imponer aranceles a las importaciones mexicanas. 

—La mayoría de los mexicanos piensa también que Peña Nieto debe ser más firme ante Trump —se le comenta.

—Bueno, yo creo que México ha hecho lo que ha podido. No sé, no puedo estar en la carne del presidente. Creo que es una situación difícil. Ahora, hay que bajar al pueblo, hay que hablar con su pueblo y luchar… Trump no va a durar toda la vida tampoco. Nunca se olvide que los gobiernos pasan y los pueblos quedan. Tal vez el problema estratégico de México es el que señaló Porfirio (Díaz): Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos —dice con una sonrisa.

—¿Cree que esa vecindad, que ha sido históricamente conflictiva, le está pasando la factura otra vez a México en estos momentos?

—¿Sabe una cosa? Ese problema le va a costar, le va a costar a México, pero ojalá que podamos aprender. México se distanció (de América Latina) por la atracción de la proximidad (con Estados Unidos). Parecía el camino más sencillo. Y el resto de los latinoamericanos no le dimos pelota tampoco a México. Esto lo discutí con una presidenta brasileña: "¿Cuándo Brasil se va a bajar del caballo y va a tener una gestualidad permanente (de acercamiento) con México?, porque hay que entender la situación en la que está México”… Pegado al monstruo que está ahí, y tan alejado de los latinoamericanos, ¡porque no llegamos!..., y rodeado de países chicos.

—¿Le parece que México está pagando el costo de la decisión que tomó hace más de 20 años de negociar un TLC con Estados Unidos?

—Sí. Lo está pagando sin restricciones. A México le pareció que el libre comercio era una panacea. Los hechos vienen a mostrar que no, que no es así, y a establecer una cosa que debe ser una lección para todos: Nunca se puede depender de un solo mercado. Los riesgos en el mundo del comercio internacional son inevitables, pero hay que diversificar mercados. Mi pequeño país es insignificante al lado de México, es un barrio de la Ciudad de México, pero nosotros vendemos carne a más de 100 países. Paquetitos de carne les vendemos.

—¿Usted cree que México le dio la espalda a América Latina cuando negoció el TLC con Estados Unidos? 

—Algo de eso pensamos siempre, pero hay una responsabilidad nuestra también. No tuvimos estatura, no tuvimos una política de integración. Cuando estamos al frente de los gobiernos, estamos más preocupados de ver quién gana las elecciones que vienen, y a veces no vemos la cuestión estratégica de largo plazo, donde tenemos que trabajar para otras generaciones. Entonces decimos: "Nos vamos a integrar”, y vamos a una conferencia, nos sacamos la foto.

‘A TRUMP NO LE INTERESAMOS’ 

Para Mujica, ni Peña ni Latinoamérica han estado "a la altura de los acontecimientos” que se suscitaron en Estados Unidos desde que Trump comenzó una campaña electoral basada en el racismo, la explotación de los sentimientos antiinmigrantes de la población estadunidense blanca y poco educada y las continuas ofensas a México y a los mexicanos.

"Nos ha faltado estatura a todos”, afirma, "ni siquiera tuvimos el coraje de reaccionar como gobiernos.”

—¿Se refiere a los gobiernos de México o del resto de América Latina?

—A todos nos ha faltado estatura.

—Parece que Trump sorprendió a la región desarticulada, dividida, sin una política clara de integración…

—Nos tomó así. Pero no le interesamos tampoco, ¿eh? A él le interesa gritarnos. Pero como región no le interesamos pa’ nada. Y nosotros ni siquiera tuvimos el coraje, como gobiernos, cuando Trump empezó a decir las barbaridades del muro, por lo menos de hacer algo desde el punto de vista declarativo. Aunque sea, debimos haber levantado la voz en defensa de México.

—El ex presidente colombiano, Ernesto Samper, ha propuesto una cumbre latinoamericana para tener una postura unificada frente a Trump. ¿Qué piensa de una cumbre de esa naturaleza?

—La cumbre puede ayudar, pero si a partir de la cumbre hay una política afincada. Al lado de cada presidente latinoamericano tendría que haber un alto funcionario cuya preocupación debería ser la batalla por juntarnos. Batalla por juntarnos no significa dejar el himno ni dejar la cosa ni nada por el estilo. Significa construir un alero que nos proteja a todos. Tener acuerdo financiero, acuerdo de mercados, ir construyendo una política fiscal en común. Tener una cuota de proteccionismo para con el resto del mundo, y más favorable para nosotros, sin caer en un proteccionismo cerrado.

—Samper piensa que le corresponde a Peña Nieto hacer esta convocatoria…

—A él le corresponde. México es un país muy grande y está agredido y está en un momento difícil. Por lo menos debería mover toda su cancillería, recorrer toda América y desembocar en una cosa de esas.

—Hay dirigentes de la izquierda latinoamericana que piensan que el "pecado capital” de México al haberse alejado de la región fue aprovechado por Brasil para excluir a México de los esquemas de integración. En la última década Brasil promovió, como concepto, la integración sudamericana, no la integración latinoamericana...

—¡Claro! ¡Claro! A los suramericanos no nos da la nafta (gasolina) para actuar solos. Podemos soñar que pudiéramos estar juntos, o más juntos de lo que estamos. Vuelve y no nos da, porque el mundo rico es tremendo, la ventaja que nos lleva. 

"Europa tiene 700 millones de habitantes, con un ingreso per cápita infinito, con universidades ancestrales, con un sistema de investigación. Nosotros generamos algunos hombres de ciencia y nos los compran y los llevan para allá. Estamos a leguas de poder integrar nuestro mundo universitario y nuestra propia inteligencia. Y en el horizonte está apareciendo China. Y nosotros nos atomizamos, cuando deberíamos tener masa crítica y dar la batalla de la integración.”