domingo, 24 de septiembre de 2017

Frida Sofía” y la “zona cero” del caos

24 septiembre 2017 | Juan Carlos Cruz Vargas | Proceso
Los dos días que siguieron al sismo del martes 19 los medios electrónicos, en particular Televisa, sobredimensionaron la tragedia del colegio Enrique Rébsamen, donde presuntamente estaba atrapada una menor llamada Frida Sofía. Elementos de la Secretaría de Marina acabaron admitiendo que esa niña nunca existió. La noticia encendió la inconformidad de los rescatistas y familiares de los afectados, quienes insistieron en que había más cuerpos que rescatar… El viernes 22 la Semar tuvo que rectificar y anunció que los trabajos continuarán.­
CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- Desde que los muros y los techos se desplomaron el martes 19, el colegio Enrique Rébsamen —o lo que queda del inmueble— está inmerso en la confusión y la incertidumbre.

El terremoto de 7.1 grados Richter redujo todo a escombros. Hasta el viernes 22, los voluntarios y elementos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) han rescatado 25 cuerpos sin vida: 19 menores y seis adultos, según informó la dependencia.

Lo peor de la tragedia es el show montado y transmitido por los canales de Televisa alrededor de Frida Sofía, una inexistente alumna de ese plantel ubicado en Villa Coapa, al sur de la Ciudad de México. Desde el principio elementos de la Semar y algunos reporteros dijeron que ella se había comunicado por medio de "toquidos”; otros comentaron incluso que se habían comunicado con ella.

Las horas pasaron, tensas. El show televisivo se prolongó. Decenas de reporteros nacionales y medios de comunicación alemanes, japoneses, centroamericanos, africanos, ingleses y estadounidenses siguieron la información todo el tiempo.

Algunos se ubicaron junto a las instalaciones del plantel derrumbado; otros se subieron a las casas aledañas para tomar fotos y videograbar losas resquebrajadas.

Pasaron las primeras 24 horas del movimiento telúrico. Desde las ruinas los brigadistas ordenaban guardar silencio. "¡Que nadie hable —decían—; que nadie camine!” Sólo se veían los brazos en alto con el puño cerrado. Las excavadoras y los autos apagaron motores; las autoridades pidieron a todos apagar sus celulares para no interferir las señales de los aparatos y escáneres usados para facilitar la localización de los cuerpos sepultados.

La esperanza de rescatar a la menor se mantenía aún la tarde del miércoles 20. Pero no aparecía.

Cuatro religiosos enfundados en sus sotanas blancas pasaron por la calle Rancho Tamboreo. Llevaban su Biblia y su rosario. Uno de ellos se acercó a consolar a un atribulado padre. Luego se internó en un conjunto habitacional ubicado a unos metros del colegio Enrique Rébsamen.

Minutos más tarde se escuchó una ola de aplausos en el plantel. El rescate parecía inminente.

El reportero se acercó a Germán Vázquez García, integrante de la Brigada Internacional de Rescate Tlatelolco-Azteca para preguntarle cómo iba la búsqueda. Respondió:

"Estamos desde ayer (martes 19). Es muy difícil entrar al lugar donde se supone que está (Frida Sofía). Tenemos planchas de concreto arriba; no se puede trabajar así. Se tiene la idea de que hay una persona y está viva, pero no lo sabemos porque no hemos tenido contacto físico. Se dice que enviaban mensajes desde ayer a las 14:00 horas, pero no teníamos señal de internet… Sería muy difícil que hayan mandado esos mensajes desde aquí.”

Al final, Frida Sofía no salió.

HORAS DE ZOZOBRA

El miércoles 20, un día después del sismo el presidente Enrique Peña Nieto visitó el lugar del desastre. Cerca de la medianoche llegó acompañado de los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de Marina, Vidal Francisco Soberón, y de Educación Pública, Aurelio Nuño, así como del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.

Nuño declaró a los conductores de Televisa Denise Maerker y Joaquín López-Dóriga, quienes transmitían desde Foro TV: "Las brigadas de rescate nos han estado informando a lo largo del día… que hay una niña con vida y que todos los esfuerzos han estado en poder llegar a donde posiblemente esté. Por eso estamos aquí todos.”

El mismo funcionario, quien permaneció en la zona siniestrada varias horas, agregó:

"Todos los esfuerzos están en poder encontrar a esta niña y llegar a ella y, eventualmente, a más niños… He tenido contacto con los padres de familia, con los maestros; pero no hemos tenido contacto con el mando de la Marina ni del Ejército; tampoco con familiares de quien pudiera ser esta niña (a quien) se ha identificado como Frida Sofía. No hemos podido contactar a los papás ni algún familiar.”

La lluvia arreció. En las calles aledañas al plantel seguían llegando alimentos, medicinas, agua, dulces, ropa, papel, jabón, impermeables; voluntarios donaban cascos y herramienta. La ayuda civil fluyó: los brigadistas la pasaban de mano en mano.

EL ENGAÑO

La mañana del jueves 21 fue gris. El sol se asomaba de manera intermitente. Hasta que habló Enrique Sarmiento Beltrán, subsecretario de Marina:

"Nosotros no tenemos conocimiento, nosotros nunca tuvimos conocimiento de esa versión (en torno a Frida Sofía)… Estamos seguros de que no fue una realidad, puesto que se corroboró con la Secretaría de Educación Pública, la delegación (Tlalpan) y con la escuela.”
De nuevo la confusión y la incertidumbre envolvió a brigadistas, voluntarios y reporteros. Desaparecieron los puños alzados, los aplausos. Todos enmudecieron. Se sintieron engañados.